15 febrero, 2010

El uso del color en los tejidos andinos (parte 2)

Su uso en función de la procedencia geográfica del tejido

En algunas regiones del altiplano del departamento de la Paz, pobladas por grupos aimaras, es corriente encontrar tejidos realizados con fibras tanto de ovinos como de alpacas y llamas que conservan sus colores naturales, es decir tonos que varían entre el negro y el blanco, pasando por una amplia gama de marrones y grises. Sin embargo éstas mismas aimaras asumen tanto en la ocasión festiva como en la cotidiana, con facilidad, “la moda” de la urbe paceña del uso de tejidos especialmente awayos que muestran colores vivos en una gama muy amplia, dispuestos formando k’isas – dulces en lengua aimara – refiriéndose al sentido agradable que produce el logro de degradaciones de gamas de colores.
El uso de estos colores no disminuye la importancia del uso de tejidos con “colores naturales” para determinados usos, generalmente ceremoniales.

En la región del norte de Potosí el uso de colores “vivos” parece ser propio de las regiones de valle o cabeceras de valle, la preferencia es amplia por el uso de tonos rojos, verdes, inclusive se han visto amarillos, azules y naranjas, en cambio en las regiones de mayor altura, vale decir las consideradas como “del altiplano o de puna”, los colores de preferencia son el negro, guindo, marrón. Cabe anotar que ésta preferencia de color está en función de las pampas, espacios bastante amplios en los tejidos, en tanto que en una como en la otra región se dispone de una amplia variedad de colores para las listas.
Sin embargo esta dualidad de color claro – valle y color oscuro altiplano no siempre a de darse, son frecuentes los tejidos de los pueblos que se asientan lo largo de los valles encajonados de los departamentos de Chuquisaca y Potosí; en regiones como San Lucas, y Kalcha donde muestran tanto colores oscuros como colores vivos en sus tejidos y son las llixllas y los ponchos los que mayor variedad de tonos muestran pudiendo ser tanto oscuros como claros.

Su uso en función de las ocasiones de uso

En algunas regiones como Amarete en el departamento de La Paz, los tonos del color rojo que se utilizan en los unkus son importantes en cuanto permiten a los comunarios expresar situaciones sociales o rangos que hacen a la pertenencia de la comunidad, son los colores que permiten reeditar las organizaciones socio-geográficas del ayllu, la dualidad se expresa mediante el uso de determinado color, así mismo las cuatro esquinas del poblado más importante son “las puertas” por las cuales los comunarios participantes hacen su entrada vistiendo atuendos – también deportivos en algunos casos – en colores distintos que le son propios a cada uno de los grupos, muchas veces son las camisetas deportivas que emblematizarán con sus colores las diferencias al interior de las comunidades y ayllus. En ocasiones de duelo, es corriente el uso del negro como signo de luto o duelo, es utilizado en los pueblos originarios desde el periodo colonial, son los europeos los que traen la costumbre de utilizar éste color como sinónimo de dolor, pena y duelo, parece ser que su significado distaba mucho en la región durante el periodo prehispánico, en la región de los Pacajes hasta hoy es corriente el uso del negro asimilado a la autoridad o la distinción de ciertos rangos sociales, las thalla mamas visten urkus y llixllas negras durante su mandato junto a sus esposos, los jilakatas, que también en algunas ocasiones acostumbraban llevar ponchos negros. El poncho conocido como “poncho challapata” símbolo de autoridad en al región de Achiri –provincia Pacajes- tiene como color base al negro.

En la región de Kalcha, en la provincia Nor Chichas del departamento de Potosí, los ponchos que utilizan los varones son claramente distinguidos unos de otros en función del color, el cual define su ocasión de uso : oscuros –no siempre en tono negro- con ciertos diseños iconográficos que combinan algunos colores –rojo, amarillo, azul, etc.- para las ocasiones de duelo, en cambio los ponchos que hacen a la autoridad de la comunidad muestran un amplio espacio de la prenda en base al color conocido como panti – guindo oscuro- que se combina con bandas muy angostas de diseños iconográficos y listas de colores, reservando el poncho con innumerables listas de distintos colores, cuyo ancho varía entre uno y dos cm. para el tiempo de cosecha, llamado comúnmente “boliviano” porque en sus colores también están el rojo, amarillo y verde de la bandera boliviana.

Entre las mujeres aimaras el color del urku ceremonial que utilizan es muy importante, como se indicó, negro en fibra de alpaca en Pacajes, en cambio en regiones como Calamarca en la vecina provincia Aroma, también en el departamento de La Paz, las mama thallas prefieren sus urkus con listas de color blanco y rojo entre las cuales sobre salen bandas de diseños iconográficos , en tanto que las de la región de Curawara de Carangas los prefieren negros con una lista angosta en color rojo en el extremo inferior.

Los urkus aimaras en la región kallawaya son conocidos como aqsus, en color negro para el uso cotidiano y con listas y bandas rojas y blancas donde destacan bandas de diseños iconográficos para ceremonias especiales como una boda.

Su disposición en función del género del usuario

Al parecer no existen colores que puedan ser considerados “masculinos” o femeninos”, el uso es indistinto y tanto varones como mujeres pueden utilizar prendas que muestran los mismos colores. Las diferencias parecen darse más bien en función de la edad, de tal forma que las mujeres adultas van a preferir utilizar colores menos “vivos”, reservando el uso de éstos para las jóvenes, especialmente las solteras.

09 febrero, 2010

El uso del color en los tejidos andinos (parte 1)

En los Andes el tejido ha sido una de las artes más desarrolladas, tanto que se podría indicar que las culturas desde la Paracas hasta la Inka y las herederas actuales, tienen en el textil la máxima expresión plástica.

Si bien se desarrollaron la escultura y la metalurgia, ambas junto a la cerámica no llegaron a alcanzar – a pesar de ser excelentes desde todo punto de vista – el esplendor de los productos del telar. El manejo de las tramas y las urdimbres ha permitido a los artistas-tejedores expresar su cosmovisión, son pues éstos tejidos obras de arte que evidencian la vivencia de los artistas y de sus pueblos rescatando el cotidiano comunitario.

La combinación de los elementos dispuestos geométricamente en base a la línea recta por el hecho mismo de cruzar los hilos -urdimbres y tramas- junto al manejo del color han permitido hasta hoy en día utilizar la representación iconográfica y el color como elementos que hacen a la emblematización de situaciones sociales, económicas, étnicas, y también geográfico- culturales.

En la actual zona andina boliviana el tejido todavía cumple esta función: emblematiza, muestra y mantiene viva la memoria oral en formas y colores.

El uso del color dentro de la indumentaria en general y de los textiles en particular parece haber sido un factor muy importante para definir el status y los roles de los individuos.

Actualmente el color todavía sigue siendo importante en el tejido tradicional, sin embargo, es necesario anotar la inexistencia de exclusividades en su uso, parece ser que todos los pueblos tienen acceso a todos los colores y en todas sus gamas.

Si bien el elemento iconográfico, conocido en lengua quechua como pallayes o también saltas, es importante en la emblematización del textil y mediante éste de las identidades y situaciones sociales de los usuarios tanto varones como mujeres, lo es también el color; como se anotó no en la exclusividad del uso sino en la disposición. Parece ser muy importante el lugar que ocupa en el tejido y la relación que se establece entre unos y otros y aún más entre tonos de un mismo color. Esta característica ha de completar la caracterización de cada “estilo textil”. Entendiéndose este como la manera particular que tiene cada pueblo de “tejer”, es decir de disponer el color y la figura.

Las aproximaciones a un análisis del color en el tejido pueden realizarse desde:

Su disposición dentro del tejido

Estructuralmente los tejidos en cuanto al uso del espacio muestran dos “subespacios”, el primero conocido como pampa – en algunas regiones del norte del departamento de Potosí también se conoce como mama- en el cual se tiene una monocromía que puede ser natural o producto de un proceso de teñido , es decir que se tiene un sólo color aunque su tono no sea el mismo, especialmente cuando el color utilizado en éste espacio no es producto de un tinte sino que conserva los tonos naturales del vellón. Un segundo espacio es el dedicado a la representación iconográfica, en éste, el color muchas veces sirve de “fondo” o acompañamiento; cuando sirve como soporte o fondo, generalmente está dispuesto en angostas listas que aparecen por debajo del elemento iconográfico, y juega el papel del “acompañamiento” . Cuando se dispone en listas junto a la banda de diseños, los colores así dispuestos permiten:

  • En el caso de las pampas, identificar e individualizar el tejido, así si éste espacio muestra color rojo será un tejido rojo, si lo es verde será uno verde.
  • En cuanto hace a las “listas” que son pequeños espacios que no alcanzan a más de medio cm. de ancho, dispuestas como fondo o acompañamiento del diseño iconográfico, se disponen de dos maneras.
La primera, que es corriente en la región central del país – conocida generalmente como el norte de Potosí- muestra la disposición de los colores unos junto a otros de manera que no pierden su individualidad, se los coloca de tal forma que su unión resulte contrastante.

La segunda, que generalmente se da en regiones como la aimara del departamento de La Paz y la región kallawaya - en la región norte del mismo departamento – donde la disposición de las listas de colores es tal que permite la creación de kuwichis – arco iris en lengua quechua- logrando la presentación de matices que van desde un tono muy claro hasta uno muy oscuro, generalmente negro o marrón oscuro, logrando crear luces y sombras.